La Puerta de la Protección y la Preservación, la Manifestación de los Nombres de Preservador y Guardián
¿Es acaso posible que el atributo de Allah de Preservador, que protege todas las cosas con sumo orden y equilibrio, – cosas que hay en los cielos y en la tierra, en la tierra seca y en los océanos húmedas, grandes y pequeñas, comunes y exaltadas – y como sea, tamiza sus resultados a través de la rendición de cuentas; es acaso posible que este atributo permitiera que las obras y actos del ser humano, el ser humano al que se le ha dado la disposición elevada de la humanidad, el rango de la vicegerencia suprema de Allah, y la tarea de cargar la Confianza Suprema; no se grabaran, no fueran pasadas por el tamiz de la rendición de cuentas, no se pesara en la balanza de la justicia, no se castigara o se recompensara como es debido, incluso si sus actos y obras pertenecen a la soberanía universal de Allah? ¡No, no es de ninguna manera posible!
Sí, el Ser que administra este cosmos preserva todas las cosas en orden y equilibrio. El orden y el equilibrio son las manifestaciones de conocimiento y sabiduría, de voluntad y poder. Porque vemos que la sustancia de cada objeto creado es diseñada de una manera bien ordenada y simétrica. Cada una de las formas que cambia a través de su vida no sólo está bien ordenada, sino que la totalidad de estas formas también están marcadas con el mismo orden.
Vemos, también, que el Preservador Glorioso preserva muchas formas de todas las cosas cuyas vidas terminan cuando han realizado su función y que parten del mundo manifiesto, en las memorias de los seres humanos, que son como una especie de tabla preservada [Nota-1], o en la forma de un espejo arquetípico. Él también escribe e inscribe una breve historia de sus vidas en una semilla, que es como el resultado y las consecuencias del todo. Así, Él hace que todas las cosas se preserven en espejos que pertenecen tanto al mundo exterior como al interior. La memoria del ser humano, el fruto del árbol, el grano de la fruta, la semilla de la flor, todo demuestra la universalidad extrema de la ley de la preservación.
¿No ves que todas las flores y frutos de la vasta primavera, los registros de sus obras de forma apropiada, las leyes de su formación, y las imágenes de sus formas, están todos inscriptos en el espacio limitado de una semilla diminuta y están allí preservados? La próxima primavera, su registro de obras es enviado, en una especie de rendición de cuentas apropiada a ellos, y otro mundo vasto de primavera es enviado, con sumo orden y sabiduría. Esto demuestra con qué poderosa comprensión el atributo de Allah de Preservador se ejercita a sí mismo. Considerando que los resultados de semejantes cosas transitorias, comunes, efímeras e insignificantes que son preservados, ¿es acaso posible que las obras de los seres humanos, que ceden frutos importantes en el mundo de lo oculto, el mundo del Más Allá, y el mundo de los espíritus, desde el punto de vista de la soberanía universal; es acaso posible que no fueran guardadas y preservadas, no fueran grabadas como un asunto de importancia? ¡No, de ninguna manera!
Sí, de esta manifestación del atributo de Allah de Preservador se puede deducir que el Dueño de toda la creación dedica un gran cuidado al orden de todas las cosas que pasan en Su reino. Presta mucha atención a la función de soberanía, y le prodiga un cuidado extremo a la soberanía del reinado. Así Él graba o hace que se graben, los eventos más insignificantes, los servicios más pequeños, y preserva en numerosas cosas la forma de todo lo que sucede en Su reino. Este atributo de Preservador indica que un registro importante de se abrirá y especialmente los actos y obras de los humanos respetados y honrados en su más grande esencia, que tienen mucha importancia, estarán sujetos a una balanza y a un examen preciso: los registros de las obras de los seres humanos serán revelados.
Ahora, ¿es acaso posible que el ser humano se ennoblezca con la vicegerencia de Allah y de Su Confianza, que como testigo de la universalidad de la soberanía, proclame la unidad de Allah en el reino de la multiplicidad, así actuar como un controlador, un testigo al compartir una parte de la glorificación de Allah y la adoración de la mayoría de los seres; es acaso posible que hiciera todo esto y luego irse a la tumba y dormir tranquilamente sin haber sido despertado alguna vez? ¿Sin haber sido cuestionado por sus obras, ya sean pequeñas o grandes? ¿Qué no fuera a la llanura de la resurrección y fuera juzgado en el Tribunal Supremo? ¡No, de ninguna manera!
¿O es posible que el ser humano huya y se esconda a sí mismo en la aniquilación, para así entrar a la tierra y ocultarse del Poderoso y Glorioso Cuyo Poder sobre todas las contingencias del futuro [Nota-2], lo ocurrido en el pasado – cada uno siendo un milagro de Su poder – atestiguan, y Quien crea visiblemente el invierno y la primavera, que juntas, se parecen a la resurrección?
Ya que el ser humano no es llamado a rendir cuentas ni a ser juzgado de manera apropiada mientras está en este mundo, se desprende que debe presentarse ante un Tribunal Supremo y una felicidad final.
[Nota-2]
La totalidad del pasado, extendiéndose desde el presente hasta el comienzo de la creación, consiste de acontecimientos. Todos los días, años y siglos que existieron es como una línea, una página, un libro, escrito por la pluma del destino; la mano del poder de Allah ha inscrito Sus signos milagrosos allí con suma sabiduría y orden.
De igual modo, el tiempo del presente hasta la resurrección, el Paraíso y la eternidad, consiste enteramente de contingencias. El pasado consiste de eventos, el futuro de contingencias. Ahora si se comparan estas dos cadenas de tiempo entre sí, se vería que es una verdad absoluta que el Ser Que creó el ayer y que causó la existencia de los seres peculiares a él, es capaz también de crear el mañana junto con sus seres. Nuevamente, no hay duda que los seres y maravillas del pasado, esa demostración maravillosa, son las obras milagrosas de un Poderoso y Glorioso. Son testigos decisivos de que ese Poderoso es capaz de crear todo del futuro y sus contingencias, y de manifestar todas sus maravillas.
Quien crea una manzana debe con certeza ser capaz de crear todas las manzanas del mundo y de causar la existencia de la vasta primavera. A la inversa, quien no puede crear una primavera no puede crear una simple manzana tampoco, porque la manzana se hace en la misma mesa de trabajo. Pero Quien hace una manzana puede hacer la primavera. Cada manzana en un ejemplo en miniatura de un árbol, incluso de un jardín o de un cosmos. La semilla de la manzana que lleva en sí misma la historia de vida de un árbol enorme es, desde el punto de vista de la artesanía, un milagro tal, que quien la crea, entonces, es capaz de todo. Así también, quien es capaz de crear el hoy es capaz de crear también el día de la resurrección, y es el único capaz de crear la primavera que es capaz también de crear la resurrección. Quien sujeta a todos los mundos del tiempo pasado a la cinta del tiempo y los demuestra allí con suma sabiduría y orden, es sin duda capaz de agregar a otros seres a la cinta del futuro y demostrarlos allí. En muchas de las Palabras, en particular en la Palabra Veintidós, probamos con absoluta certeza que: “quien no puede crear todo, tampoco puede crear nada, y quien puede diseñar una cosa, puede diseñar todo. También, si la creación de todo se le confía a un solo ser, la creación de todas las cosas se vuelven tan simples como la creación de una sola cosa; así surge la facilidad. Si, por el contrario, se la confía a numerosas causas, y se la atribuye a la multiplicidad, la creación de una sola cosa se vuelve tan difícil como la creación de todo, y semejante dificultad surge como al borde de la imposibilidad”.