La Puerta del Esplendor y la Eternidad, la Manifestación de los Nombres de Glorioso y Eterno
¿Es acaso posible que el esplendor de la soberanía que domina y ordena a todos los seres, desde los soles y árboles hasta las partículas, tal como soldados obedientes, concentrara toda su atención en los seres desdichados y trascendentes que pasan una vida temporaria en el hospedaje de este mundo; y no creara una esfera de esplendor eterna y duradera, una manifestación inacabable de soberanía?
La demostración del esplendor Divino en el cambio de las estaciones del año, los movimientos sublimes de los planetas en los cielos como si fueran aeroplanos, la subyugación de todas las cosas, la creación de la tierra como la cuna del ser humano y el sol como su lámpara, las transformaciones vastas como la reanimación y el embellecimiento del planeta muerto y seco; todo esto demuestra que detrás del velo existe una soberanía sublime, que un monarca espléndido está trabajando.
Ahora, semejante reino soberano requiere de súbditos que lo merezcan, así como también de una forma apropiada de manifestación. Pero observa este hospedaje del mundo, y verás que la clase más significativa de sus súbditos, dotado con las funciones más contenedoras se reúnen sólo en forma temporal y en los estados más desdichados. El hospedaje se llena y se vacía cada día.
Todos los súbditos se quedan sólo temporalmente en esta morada de prueba para ser probados en servicio. La morada en sí misma cambia a cada hora.
Nuevamente, todos los súbditos del monarca se quedan sólo por algunos minutos para contemplar las muestras de la generosidad preciosa del Creador Glorioso, para considerar Sus obras de arte milagrosas en la exhibición del mundo con el ojo de un comprador. Luego desaparecen. La exhibición en sí misma cambia a cada minuto. Quien la deja, no regresa, y quien llega a ella, parte.
Ahora este estado y esta circunstancia definitivamente demuestran que detrás y más allá de este hospedaje, de este campo de prueba, de esta exhibición, hay palacios permanentes y moradas eternas que manifiestan y apoyan por completo la soberanía eterna de Allah; hay jardines, tesorerías originales de puras y exaltadas formas y copias que vemos en este mundo. Si nos esforzamos aquí, es por todo eso. Aquí Él nos hace trabajar y allí nos da nuestra recompensa. La dicha espera por todos allí, según su capacidad, mientras que no derroche su parte. Sí, es imposible que semejante reinado eterno se concentre exclusivamente en estos desdichados seres trascendentes.
Considera esta verdad a través del telescopio de la siguiente comparación. Tú estás viajando por un camino. Ves un caravasar delante de ti en el camino, construido por un gran personaje para que la gente lo venga a visitar. Se gasta muchísimo oro en la decoración del caravasar para que los huéspedes disfruten su estadía de una noche allí, y para su instrucción.
Pero los huéspedes ven muy poco de esas decoraciones, las ven por un corto período de tiempo; prueban brevemente los placeres de lo que se les ofrece, siguen su camino sin estar satisfechos. Pero cada huésped toma una foto de los objetos del caravasar por medio de su cámara especial. También, los siervos de ese gran personaje registran con mucho cuidado la conducta de todos los huéspedes y preservan el registro. Mira también, que él destruye todos los días la mayoría de las decoraciones valiosas y las reemplaza con decoraciones frescas para los nuevos huéspedes que van llegando.
Después de ver todo esto, ¿quedará alguna duda de que el personaje que ha construido este caravasar en el camino, tiene moradas permanentes y exaltadas, tesoros inagotables y preciosos, un flujo de gran generosidad? Por medio de la generosidad demostrada en el caravasar, intenta solamente estimular el apetito de sus huéspedes para aquellas cosas que mantiene en su presencia inmediata; para despertar su deseo por los regalos que él ha preparado para ellos.
Así que también, si observas el hospedaje de este mundo sin caer en embriaguez, comprenderás los siguientes nueve principios:
Comprenderás que este mundo no existe por sí mismo, no más que el caravasar. Es imposible que asuma esta forma por sí mismo. Más bien, es como un hospedaje bien construido, diseñado sabiamente para recibir la caravana de seres que llegan constantemente para descender antes de volver a partir.
Comprenderás, también, que quienes viven dentro de este hospedaje son huéspedes. Están invitados por su Sustentador Generoso a la Morada de Paz.
Comprenderás, además, que los adornos de este mundo no existen simplemente para el disfrute y la admiración. Porque si producen placer por un corto tiempo, causan dolor por un tiempo más largo cuando cesan. Te hacen probar y estimulan tu apetito, pero nunca te sacian. Porque o bien la vida del placer es corta, o tu vida es corta, demasiado corta para que estés satisfecho. Estos adornos de alto valor y breve duración, deben entonces existir para la instrucción en la sabiduría [Note-1], para que provoque el agradecimiento, y para alentar a los seres humanos a que busquen los originales perpetuos de los cuales ellos son copias. Existen, entonces, para los objetivos exaltados más allá de ellos mismos.
[Note-1]
Comprenderás también que los adornos de este mundo [Note-2] son como muestras y formas de las bendiciones almacenadas en el Paraíso por la misericordia del Compasivo para los creyentes.
[Note-2]
Existen numerosos propósitos para la existencia de todo, y numerosos resultados fluyen de su ser. No están restringidos a este mundo ni a sus propias almas, como creen los desviados, estando así perdidos en la vanidad y el sinsentido. Por el contrario, los propósitos de la existencia y los resultados de la existencia de todas las cosas se relacionan con las siguientes tres categorías.
La primera y más exaltada pertenece al Creador. Consiste en presentar ante la mirada del Testigo Eterno las miradas enjoyadas y milagrosas que Él ha fijado al objeto en cuestión, como si estuvieran en un desfile militar. Vivir por un segundo efímero es suficiente para obtener ese vistazo. Por cierto, la potencialidad y la intención de la existencia es suficiente, sin alguna vez emerger a la vida. Dan cuenta de este propósito, por ejemplo, los delicados seres que se desvanecen rápidamente y las semillas y los granos, cada uno siendo una obra de arte, que nunca surgen a la vida, es decir, nunca dan frutos ni flores. Nada de esto sucede por inutilidad o sinsentido. Así, el primer propósito de todas las cosas es proclamar, por medio de su vida y existencia, los milagros de poder y los trazos de artesanía del Creador y desplegarlos ante la mirada del Monarca Glorioso.
El segundo propósito de toda la existencia y el resultado de todos los seres pertenecen a la creación consciente. Todo es como una misiva que despliega la verdad, un poema artístico, o una palabra sabia del Creador Glorioso, ofrecida a la mirada de los ángeles y los genios, de los seres humanos y animales, que desean ser leídos por ellos. Es un objeto para la contemplación y la instrucción de cada ser consciente que lo consideren.
El tercer propósito de toda la existencia y el resultado de todos los seres pertenecen al alma de la cosa misma, Y consiste de consecuencias tan menores como la experiencia de placer y felicidad, y de vivir con algún nivel de permanencia y confort.
Si consideramos el propósito de un siervo empleado como un timonel de algún barco real, vemos que sólo un centésimo de ese propósito se relaciona al timonel en sí mismo – por ejemplo, el salario que recibe – noventa y nueve centésimos del propósito se relacionan con el rey que es el dueño del barco. Una relación similar existe entre el propósito de algo relacionado a su propio ser y su existencia mundanal, y su propósito relacionado con su Creador.
A la luz de esta multiplicidad de propósitos, ahora podemos explicar la compatibilidad más importante entre la sabiduría divina y la economía por un lado, y la munificencia divina y la generosidad – en realidad, la generosidad infinita – por el otro lado, Incluso si parecen ser opuestos y contradictorios. En los propósitos individuales de las cosas, la liberalidad y la generosidad predominan, y el Nombre del Más Generoso se manifiesta. Desde el punto de vista del propósito individual, los frutos y los granos están por cierto más allá de lo que se puede computar, y demuestran la infinita generosidad. Pero en los propósitos universales, predomina la sabiduría y se manifiesta el Nombre de Omnisciente. Sin importar cuántos propósitos tenga un árbol, cada uno de sus frutos contiene todos esos propósitos, y pueden dividirse en las tres categorías que hemos establecido. Sus propósitos universales demuestran una sabiduría y economía infinitas. Así se combinan la sabiduría infinita, la generosidad infinita y la munificencia, a pesar de su supuesta oposición.
Por ejemplo, uno de los propósitos de formar un ejército es para mantener el orden. Para lo que sea que estén disponibles las tropas, el propósito será suficiente o será más que suficiente. Pero todo el ejército será apenas suficiente para otros propósitos como proteger las fronteras nacionales y repeler al enemigo; su tamaño estará en perfecto equilibrio con suma sabiduría. Así, la sabiduría del estado se unirá a su esplendor, y se puede decir que no hay un exceso en el ejército.
Comprenderás, también, que todos estos objetos efímeros con arte no han sido creados para la aniquilación, para aparecer brevemente y luego desvanecerse. El propósito para su creación es bastante breve como para ser congregados en existencia y tomar la forma deseada, para que puedan ser notados, sus imágenes preservadas, sus significados conocidos, y sus resultados registrados. Es decir, para que, por ejemplo, los espectáculos eternos puedan ser invocados para la gente de la eternidad, que ellos puedan servir a otros propósitos en el reino de la eternidad. Comprenderás que las cosas han sido creadas para la eternidad, no para la aniquilación; y en cuanto a la aparente aniquilación, tiene el sentido de haber completado una tarea y de eximirse del servicio, porque cada ser transitorio avanza hacia la aniquilación en un aspecto, pero permanece eternamente con numerosos otros aspectos.
Observa, por ejemplo, a la flor, una palabra del poder de Allah; por un corto período de tiempo sonríe y nos mira, luego se esconde detrás del velo de la aniquilación; parte tal como una palabra que sale de tu boca. Pero lo hace confiándole miles de sus amigos a los oídos de los seres humanos. Deja atrás los significados en las mentes de los seres humanos tan numerosos como esas mentes. La flor, también, al expresar su significado y así cumplir con su función, se va y parte. Pero se va dejando su forma aparente en la memoria de todo el que la ve, su esencia interior es cada semilla. Es como si cada memoria y semilla fuera una cámara que graba la decoración de la flor, o un medio para su perpetuación. Si ese fuera el caso con un objeto en el nivel más simple de vida, se puede comprender fácilmente qué tan ligado a la eternidad está el ser humano, la forma más elevada de vida y el poseedor de un alma eterna. Nuevamente, del hecho de que las leyes – cada una parecida a un espíritu – de acuerdo con el cual, las grandes plantas que florece y dan frutos están formadas, las representaciones de sus formas están preservadas y perpetuadas de una manera muy regular en diminutas semillas a través de los cambios tempestuosos; de este hecho se puede comprender fácilmente qué tan ligado y relacionado a la eternidad está el espíritu del ser humano, que posee una naturaleza extremadamente exaltada y comprensiva, y que, a pesar de estar vestida con un cuerpo, es una ley consciente y luminosa promulgada de la orden divina.
También comprenderás que no se ha dejado observar al ser humano a voluntad, con una soga atada sin apretar alrededor de su cuello; por el contrario, las formas de todas sus obras están grabadas y registradas, y los resultados de todos sus actos están preservados para el día en que se lo llame a rendir cuentas.
Comprenderás, además, que la destrucción infligida sobre los bellos seres del verano y de la primavera en el otoño no es para la aniquilación, sino que es una forma de hacer que se retiren después de haber prestado un servicio [Note-3]. Es también una forma de vaciamiento para hacer espacio para la nueva creación que vendrá con la próxima primavera, para preparar el suelo alistándolo para los seres que vendrán a asumir sus funciones. Finalmente, es una forma de advertencia Divina para los seres conscientes, para despertarlos de la negligencia que los hace olvidar sus deberes, del ebrio letargo que los hace olvidar su obligación de dar las gracias.
[Note-3]
Comprenderás esto, también, que el Eterno Creador de este mundo trascendente tiene otro mundo duradero; es a éste al que Él exhorta e impele a sus siervos.
Comprenderás, además que un Ser tan Compasivo les otorgará a Sus siervos elegidos en ese mundo regalos tales que ningún ojo ha visto jamás, ningún oído a escuchado jamás, ni su imagen ha cruzado el corazón de ningún ser humano [Note-4]. En esto creemos.