Es la Puerta de la concesión de la vida y la muerte por Allah, es la Manifestación de los Nombres de la Vida Eterna y la Auto-Subsistencia, y del Otorgador de la vida y el Otorgador de la muerte.
¿Es del todo posible que Aquel que da la vida a esta gran tierra muerta y seca; Quien en tal acto demuestra Su poder a través del desarrollo de más de trescientas mil formas de creación, cada una de ellas tan notables como el ser humano; Quien además demuestra en este desarrollo Su comprensivo entendimiento a través de las infinitas distinciones y diferenciaciones que Él hace en la compleja mezcla de todas esas formas; Quien dirige la mirada de todos Sus siervos de felicidad bendita prometiéndoles la resurrección en todos Sus grados divinos; Quien demuestra el esplendor de Su Denominación provocando que toda Su creación colabore con la otra, para girar dentro del círculo dentro de Su orden y Su deseo, para ayudar al otro y presentarse ante Él; Quien muestra la importancia que Él le ha dado al ser humano creándolo como el más abarcativo, el más preciado y delicado, el más valorado y valioso fruto del árbol de la creación dirigiéndolo sin intermediario y subyugando todas las cosas a él; – es acaso posible que tal Clemente y Poderoso, tal Sabio y Todopoderoso no causara la resurrección; no reuniera a Sus seres o fuera incapaz de hacerlo; devolviera al ser humano a la vida o fuera incapaz de hacerlo; sería capaz de inaugurar Su Corte Suprema; no sería capaz de crear el Cielo y el Infierno? No, por supuesto, de ninguna manera, nada de esto es posible.
Por supuesto, el Todopoderoso Poseedor de todos los asuntos crea en cada siglo, cada año y cada día, en la estrecha y efímera superficie del globo terráqueo, numerosas aleyas, ejemplos e indicaciones de la Resurrección Suprema y de la llanura del Día del Juicio Final.
En la resurrección que tiene lugar en cada primavera vemos que, en el curso de cinco o seis días, a más de tres cientos mil tipos diferentes de animales y plantas, Él primero los crea y luego los muestra. A las raíces de todos los árboles y plantas, también como algunos animales, Él los resucita y los devuelve exactamente como ellos habían sido. Él crea los otros animales de una forma muy similar, casi idéntica. Las semillas que se parecen, en su forma externa, para estar cerca unas de otras, sin embargo, en el curso de seis días o seis semanas llegan a ser distintas y sediferencian entre sí, y entonces con extrema rapidez y facilidad, son resucitadas en sumo orden y equilibrio. ¿Es acaso posible que para Aquel Que hace todo esto, algo pudiera ser difícil; que Él pudiera ser incapaz de crear el cielo y la tierra en seis días, que Él pudiera ser incapaz de resucitar al ser humano con un solo golpe? ¡No, de ningún modo esto es imposible para Él!
Déjanos suponer que hubiese algún escritor talentoso que pudiese escribir en una sola hora las confusas y ocultas cartas de trescientos mil libros en una sola hoja sin error, omisión o defecto, completa y de la mejor forma. Si hubiese alguien entonces te diría que este escritor podría escribir de nuevo de memoria un libro escrito por él que hubiera caído en el agua y llegara a destruirse, ¿Entonces dirías que él es incapaz y no creerías en su habilidad? O pensarías que un Sultán Milagroso que, para demostrar su poder o simplemente por dar un ejemplo de advertencia, elimina todas las montañas con una sola orden, cambia su reino de arriba a abajo, y transforma el agua en tierra seca. Entonces ves que una gran roca rueda hacia un valle, entonces el camino queda bloqueado para los huéspedes viajantes que asisten a la recepción del Sultán y ellos son incapaces de pasar. Si alguien te hubiera dicho: “Este Exaltado eliminará la roca o disolverá la roca, así como de genial esto pueda ser, con una sola orden, Él no dejará a sus huéspedes varados”. ¿Dirías entonces que Él no eliminará la roca o será incapaz de hacerlo? ¿O si alguien un día pudiera reunir a un gran ejército y eres informado de que él reúne a sus batallones con un toque de trompeta después de que ellos se hubieran dispersado a descansar, y los batallones hicieran fila de forma disciplinada, ¿Responderías diciendo, “no me lo creo”? Si estuvieras diciendo alguna de estas cosas, entenderás que tu comportamiento sería verdaderamente necio.
Si has entendido estas tres parábolas, ahora mira más allá y ve como el Diseñador Eterno gira la página blanca del invierno frente a tus ojos y abre las páginas verdes de la primavera y del verano. Entonces, Él inscribe en la página de la faz de la tierra con la pluma del Poder y el Destino, de la forma más bella, más de trescientas mil especies de creación. Ninguna invade a la otra. Él las escribe todas juntas pero sin que alguna se interponga en el camino de la otra. En su creación y forma cada una se mantiene separada de la otra sin ninguna confusión. No hay error en la escritura. Este Sabio y Preservador, Quien preserva e inserta el espíritu de un gran árbol en la más pequeña semilla tan minúscula como un punto -¿Es permisible incluso preguntar cómo Él preserva los espíritus de aquellos que mueren?
Este Poderoso Que hace que el globo terráqueo gire como una piedrita en una honda- ¿Es incluso permisible preguntar como Él eliminará esta roca del camino de sus huéspedes que están viajando para conocerlo en el Más Allá?
De nuevo, Aquel de la Gloriosa Esencia Que desde la nada recluta e inscribe a nuevos en Su batallón, con la orden de كُنْ فَيَكُونُ “¡Sé! y es” y con la mayor disciplina las tropas de todas los seres vivos, de cada partícula de todos sus cuerpos, y entonces crea armadas altamente disciplinadas – ¿Es permisible incluso preguntar cómo Él puede hacer cuerpos sometidos a Su disciplina como un batallón, cómo Él puede juntar sus mutuamente conocidas partículas fundamentales, y sus miembros que lo componen?
Además, ves con tus propios ojos, los numerosos diseños hechos por Allah como aleyas, símiles e indicaciones de resurrección, diseños situados por Él en cada edad y época del mundo, en la alternancia del día y de la noche e incluso en la aparición y desaparición de las nubes en el cielo. Si te imaginas a ti mismo viviendo hace mil años, y después comparas una con otra, las dos alas del tiempo que son el pasado y el presente, entonces verás símiles de la reunión e indicaciones de la resurrección tan numerosas como los siglos y los días. Si, entonces, después de presenciar muchos símiles e indicaciones esperas una resurrección corpórea tan improbable como racionalmente inaceptable, entenderas que tu comportamiento es pura necedad.
Ve lo que el Supremo Decreto dice en cuanto a la verdad que estamos discutiendo:
فَانْظُرْ اِلَى آثَارِ رَحْمَتِ اللّٰهِ كَيْفَ يُحْيِى اْلاَرْضَ بَعْدَ مَوْتِهَا اِنَّ ذلِكَ لَمُحْيِى الْمَوْتَى وَهُوَ عَلَى كُلِّ شَيءٍ قَدِيرٌ
[Corán, 30:50]
En resumen: No hay nada que haga imposible la resurrección. La gloriosa y eterna Dominación, el Todopoderoso y la Soberanía que todo lo abarca Aquel Que da la vida y la muerte en esta tierra grande y maravillosa como si fuese un simple animal; Aquel que ha hecho de esta tierra una cuna agradable, un buen barco, para el ser humano y para los animales; Aquel Que ha hecho del sol una adornada lámpara que ilumina y calienta la posada del mundo; Aquel Que ha hecho de los planetas vehículos para el transporte de Sus ángeles – Su Dominio tan espléndido y Su Soberanía tan perfecta no pueden estar construidos en basa a asuntos transitorios, perecederos, inestables, insignificantes, cambiantes, inacabables, deficientes e imperfectos de este mundo.
Él debe, entonces, tener otro reino, uno que Lo merezca, permanente, estable, inmutable y glorioso. Por supuesto Él debe tener otro sultanato, y es por el bien de éste que Él nos hace trabajar, y por ello nos somete. Todos estos espíritus iluminados que han penetrado desde las apariencias externas a la verdad, y han sido ennoblecidas con la proximidad a la Presencia Divina, todos los pilares espirituales dotados de corazones iluminados, todos estos posesores de inteligencia lúcida, todos atestiguan que Él nos trasladará al otro reino. Ellos informan unánimemente que Él ha preparado allí para nosotros una recompensa y compensación, y relatan que Él está repetidamente dándonos firmes promesas y severas advertencias.
Romper una promesa, es una humillación infundada y completa. No puede ser de ninguna manera reconciliada con la Gloria de Su Cercanía de Allah. Igualmente, fallar en el cumplimiento de un tratado tampoco surge de la falta de poder e impotencia. En realidad la incredulidad es un crimen extremo [Nota-1], y no puede ser perdonado. El Absoluto Omnipotente está exento y exaltado sobre toda impotencia. Aquellos que nos traen su testimonio y su informe, a pesar de todas las diferencias en sus métodos, temperamentos y caminos, están totalmente de acuerdo con los principios este asunto. Por su cantidad, ellos tienen la autoridad de la unanimidad. Por su cualidad, ellos tienen la autoridad del culto consenso. Por su rango, cada uno es una estrella que guía a la humanidad, del ojo apreciado de un pueblo, el objeto de veneración de una nación. Por su importancia, cada uno es un experto y una autoridad en el asunto. En cualquier arte o ciencia, se prefiere a dos expertos antes que a miles de inexpertos, y dos afirmadores positivos, antes que miles de negadores de la transmisión del informe. Por ejemplo, el testimonio de dos hombres afirmando que ven la luna creciente al principio del Ramadán anula totalmente la negación de miles de negadores.
En resumen: En el mundo entero no hay un informe más verdadero, no hay una reivindicación más firme, no hay una verdad más aparente que ésta. El mundo es sin duda un campo, y la resurrección como un suelo trillado, una cosecha. El Paraíso y el Infierno son los almacenes.
La aleya repetida frecuentemente:
اِنْ كَانَتْ اِلَّا صَيْحَةً وَاحِدَةً [1]
Y, la aleya:
وَمَٓا اَمْرُ السَّاعَةِ إِلَّا كَلَمْحِ الْبَصَرِ [2]
Demuestran que la resurrección de los muertos y la Gran Reunión ocurrirán instantáneamente, en un destello. Pero la razón estrecha del ser humano requiere un ejemplo tangible para que pueda concebir este evento maravilloso, extraordinario e inigualable, y aceptarlo.
La respuesta: En la resurrección estará el regreso de los espíritus a sus cuerpos, la revivificación de los cuerpos, y la reconstrucción de los cuerpos.
Consiste de tres asuntos:
Un ejemplo del regreso de los espíritus a sus cuerpos es la congregación, al toque fuerte de un clarín, de los miembros de un ejército muy disciplinado después de que fueran enviados a descansar. Sí, “Sûr” la trompeta del ángel Israfil no es menos poderosa que un clarín del ejército. Los espíritus, también, mientras están en la eternidad, responden diciendo: قَالُوا بَـﱱﲄ “Sí, aceptamos” a la pregunta: اَلَسْتُ بِرَبِّكُمْ ¿Acaso no soy Yo vuestro Señor?” [3]
Que viene de la eternidad, están infinitamente más subyugados, disciplinados y son más obedientes que los soldados de un ejército. La Palabra Treinta ha demostrado con pruebas decisivas que no sólo los espíritus, sino todas las partículas forman un ejército Divino y son soldados bajo sus órdenes.
Un ejemplo de la revivificación de los cuerpos es el resurgir a la vida en un instante de las cien mil luces de una gran ciudad en una noche de festival, encendidas desde un centro. Sería posible encender de la misma manera cien millones de lámparas desparramadas por toda la faz de la tierra desde un centro. Ya que a través del entrenamiento e instrucción de forma regular y ordenada que ha recibido de su Creador, un ser de Allah Todopoderoso como la electricidad – un siervo y candelero en Su casa de huéspedes – posee esta cualidad, seguramente la resurrección de los muertos podrían ocurrir en un abrir y cerrar de ojos dentro de los límites de las leyes regulares de la sabiduría Divina que representan miles de siervos luminosos, como la electricidad.
Un ejemplo de la reconstrucción de los cuerpos instantáneamente es la reconstrucción perfecta en sólo algunos días de todos los árboles de la primavera, que son mucho más numerosos que toda la humanidad, junto con todas sus hojas, exactamente de la misma manera que aquellos de las primaveras anteriores; y el de resurgir a la vida, nuevamente, como aquellas primaveras que han pasado, de todas las flores, frutas y hojas de los árboles con la velocidad del relámpago; y el repentino despertar de la incalculable cantidad de semillas, granos y raíces, que son la fuente de la primavera, su despliegue y su regreso a la vida; reflexionando sobre el significado de “la resurrección después de la muerte”, el repentino resurgir a la vida bajo una orden de los cadáveres verticales de los árboles parecidos a esqueletos; la reanimación de los innumerables miembros de todas las especies de pequeños animales; la revivificación de todo tipo de insectos voladores, en particular de aquellos que, al limpiar continuamente sus rostros, ojos y alas, nos recuerdan nuestras abluciones y limpieza, y acarician nuestros rostros; la resurrección y la reconstrucción de todos los miembros de esta tribu en sólo algunos días cada primavera ante nuestros ojos junto con todas las demás especies, a pesar de ser mayor en cantidad que toda la humanidad desde los tiempos de Adán, nos brinda no un ejemplo, sino miles de ejemplos de la reconstrucción de todos los cuerpos humanos en la resurrección.
Sí, ya que este mundo es el reino de la sabiduría y el Más Allá es el reino del poder, los numerosos Nombres Divinos como Omnisciente, Quien Arregla Todo, Quien Dispone de Todo, y Cuidador, y la sabiduría divina, requieren que la creación de las cosas en este mundo es gradual y en el curso del tiempo. En el Más Allá, sin embargo, el poder y la misericordia se manifestarán más que la sabiduría. No habrá necesidad de materia, tiempo ni espera, las cosas se harán instantáneamente. Aludiendo al hecho de que las cosas que se hacen aquí en un día o en un año se harán en el Más Allá en un instante o en un destello, el Corán de Milagrosa Exposición establece:
وَمَٓا اَمْرُ السَّاعَةِ إِلَّا كَلَمْحِ الْبَصَرِ اَوْ هُوَ أَقْرَبُ [4]
Si tú quieres estar tan seguro sobre el acontecimiento de la resurrección de los muertos como lo estás sobre la llegada de la próxima primavera, estudia las Palabras Diez y Veintinueve con cuidado, que hablan sobre esto, ¡y ya verás! Si después no crees que ocurrirá, tanto como crees en la llegada de la primavera, ¡ven y mete tu dedo en mi ojo!
La muerte del mundo y el Día del Juicio Final. La repentina colisión entre este planeta, nuestra casa de huéspedes, bajo la orden Divina, con un planeta o cometa, podría borrar este nuestro lugar de morada. Como la destrucción en un minuto de un palacio cuya construcción ha llevado diez años.
***
[1] Corán, 36:29, 49, 53; 38:15; 54:31
[2] Corán, 16:77
[3] Corán, 7:172
[4] Corán, 16:77
El Agente tiene el poder. Sin duda, los asuntos que exigen la resurrección de los muertos existe. También, Quien hará que suceda es poderoso al grado extremo. No hay deficiencia en Su poder. Las cosas más grandes y las más pequeñas son lo mismo en relación a Su poder. Es tan fácil para Él crear la primavera como lo es crear una flor. Sí, Quien es tan poderoso que este mundo junto con todos sus soles, estrellas, mundos, partículas y sustancias dan testimonio de Su sublimidad y poder con infinitas lenguas. ¿Acaso alguna duda o recelo tiene derecho a considerar la resurrección corpórea como algo remoto a semejante poder?
Se ve claramente que en cada época dentro de este mundo el Todopoderoso y Glorioso crea un mundo nuevo y ordenado. Por cierto, Él hace un universo nuevo, bien ordenado cada día. Crea permanentemente y cambia con perfecta sabiduría los mundos efímeros y los universos uno después del otro en la faz de los cielos y de la tierra. Él cuelga de la cuerda del tiempo mundos regulares en igual cantidad que los siglos, años, por cierto, días y con ellos demuestra la magnitud de Su poder. Le adjunta a la cabeza del globo terráqueo la enorme flor de la primavera que adorna con cien mil bordados de resurrección como si fuera una sola flor, y con ella muestra la perfección de Su sabiduría y la belleza de Su arte. ¿Se puede decir de Alguien así: “Cómo puede causar la resurrección de los muertos, y cómo puede transformar este mundo en el Más Allá”? La aleya:
مَا خَلْقُكُــمْ وَلَا بَعْثُكُـﮥْ اِلَّا كَنَفْسٍ وَاحِدَةٍ [1] Proclama el perfecto poder del Todopoderoso, que nada en absoluto es difícil para Él, que como lo más pequeño, lo más grande no representa dificultad alguna por Su poder, y que es tan fácil para Su poder crear innumerables individuos como crear uno sólo. Hemos explicado la realidad de la aleya brevemente en la Conclusión de la Palabra Diez, y en detalle en el tratado intitulado Nokta (El Punto), y en la Carta Veinte. En relación a esta discusión, aclararemos una parte de ella en forma de tres “Asuntos”:
El Poder Divino es intrínseco, en cuyo caso, la impotencia no puede intervenir en él.
También, está conectado a las dimensiones internas de las cosas, entonces los obstáculos no pueden interponerse.
También, su relación es según las leyes, entonces los particulares son iguales a los universales, las cosas menores son como las abarcativas. Demostraremos estos tres asuntos.
El Poder Eterno es la cualidad inherente necesaria de la Más Pura y Sagrada Esencia Divina. Es decir, es necesariamente intrínseca a la Esencia, no puede de ninguna manera estar separada de Él. Ya que esto es así, la Esencia que necesita ese poder claramente no puede afectarse por la impotencia, lo opuesto del poder. Porque si ese fuera el caso, implicaría la combinación de opuestos. Ya que la Esencia no puede afectarse por la impotencia, evidentemente no puede intervenir en el poder que es la cualidad inherente de esa Esencia. Ya que la impotencia no puede intervenir en ese poder esencial, claramente no puede haber grados en él. Porque los grados de existencia de algo existen a pesar de la intervención de sus opuestos.
Por ejemplo, los grados de calor existen con la intervención del frío, y los grados de belleza con la intervención de la fealdad; más ejemplos se pueden hacer de la misma manera. Ya que en los seres contingentes estas cualidades no son cualidades necesarias, verdaderas, naturales e inherentes, sus opuestos pueden entrar en ellas. Con el surgimiento de grados, diversidad y cambio surgido en el mundo. Ya que no puede haber grados en el poder Eterno, necesariamente, esas cosas decretadas por Él serán lo mismo en relación a Él. Lo más grande es igual a lo más pequeño y las partículas son iguales a las estrellas. La resurrección de toda la humanidad será tan fácil para ese poder como el surgimiento a la vida de un solo individuo; la creación de la primavera tan fácil como darle forma a una sola flor. Mientras que si se le atribuye a las causas, la creación de una sola flor sería tan difícil como la primavera.
Se ha demostrado en el pie de página de la última sección del Cuarto Grado de ‘Allah es el Más Grande’ en la Segunda Estación de esta Palabra, y en la Palabra Veintidós, y en la Carta Veinte y en su Apéndice, que cuando la creación de los seres se le atribuye al Uno y Único, todas las cosas se vuelven tan fáciles como una sola. Si se le atribuye a las causas, la creación de una sola cosa se vuelve tan difícil y problemática como la de todas las cosas.
El poder Divino está relacionado con la cara interna de las cosas. Sí, el universo tiene dos caras como un espejo. Una es su cara externa, que se parece a la cara coloreada del espejo, la otra es su cada que mira hacia su Creador. Esta se parece a la cara brillante del espejo. Su cara externa es la arena de los opuestos. Es donde los asuntos como la belleza y la fealdad, el bien y el mal, lo grande y lo pequeño, lo difícil y lo fácil aparecen. Es por esto que el Creador Glorioso ha hecho de las causas aparentes un velo para la disposición de Su poder, para que la mano de poder no le parezca a la mente como que está directamente relacionada con asuntos que frente a ello son insignificantes o indignos. Porque la majestuosidad y la dignidad requieren que esto sea así. Pero Él no le dio un verdadero efecto a las causas e intermediarios, porque la unidad de una unicidad requiere que sea así.
En cuanto a la cara de los seres que miran hacia su Creador, en todo está brillando, es limpia. Los colores y las distorsiones de individualidad no intervienen en ella. Este aspecto está frente al Creador sin intermediarios. No hay cadenas ni disposición de causas en él. Causa y efecto no pueden entrometerse. No contiene nada tortuoso ni retorcido. Los obstáculos no pueden interferir en él. Una partícula se vuelve hermana del sol.
En Breve: El poder Divino es tanto básico como infinito e intrínseco. El lugar conectado al poder Divino no tiene ni intermediarios, ni manchas, ni está en la escena de rebelión. En consecuencia, dentro de la esfera del poder Divino, lo grande no se enorgullece de su lugar sobre lo pequeño. La comunidad no tiene preferencias sobre lo individual. Los universales no pueden esperar más del poder Divino que los particulares.
La relación del poder Divino es según las leyes. Es decir, considera a muchos como a pocos, lo grande y lo pequeño son lo mismo. Simplificaremos este asunto abstruso con algunas comparaciones.
En el universo, la Transparencia, la Reciprocidad, el Equilibrio, la Regularidad, la Desconexión y la Obediencia son todos asuntos que hacen que mucho resulte poco, y lo grande resulte pequeño.
Por ejemplo, la imagen y el reflejo del sol, que son su resplandor y manifestación, muestran la misma identidad sobre la superficie del mar y en cada gota del mar. Si el globo terráqueo estuviera compuesto de fragmentos de diversos vidrios y estuviera expuesto al sol sin un velo, el reflejo del sol sería igual en cada fragmento y sobre toda la faz de la tierra, sin obstrucciones, ni dividido en pedazos, ni reducido. Si, supongamos, que el sol actuara con voluntad y a través de su voluntad confiriera el resplandor de su luz e imagen de su reflejo, no le sería más difícil conferir su resplandor sobre toda la superficie de la tierra que conferirlo sobre una sola partícula.
Por ejemplo, supongamos que hay un gran anillo compuesto de seres vivos, de seres humanos, cada uno sosteniendo un espejo. En su centro hay un individuo sosteniendo una vela. El reflejo y la manifestación reflejada en todos los espejos que rodean al punto central serán los mismos, y su relación será sin obstáculos, fragmentación ni disminución.
Por ejemplo, hay un enorme juego de balanzas que son extremadamente precisas y sensibles, de dos soles, dos estrellas, dos montañas, dos huevos o dos partículas se ponen sobre sus dos platos, necesitará la misma fuerza para elevar un plato de esas enormes balanzas sensibles hasta el cielo y para bajar el otro hasta el suelo.
Por ejemplo, un barco enorme que puede darse vuelta tan fácilmente como un botecito de juguete.
Por ejemplo, una naturaleza desconectada de la individualidad considera a todos los particulares desde lo más pequeño hasta lo más grande como lo mismo y entra en ellos sin disminuirse ni fragmentarse. Las cualidades presentes en el aspecto de la individualidad externa no interfieren ni causan confusión; no alteran el punto de vista de una naturaleza desconectada como esa. Por ejemplo, un pez como una aguja posee una naturaleza tan desconectada como la de una ballena. O un microbio carga con una naturaleza animal tal como un rinoceronte.
Por ejemplo, un comandante hace que un solo soldado avance a la orden de “¡De frente, marche!” así como hace que un ejército avance. La verdad del misterio de esta comparación sobre la obediencia es:
Como se demuestra con la experiencia, todo en el universo tiene un punto de perfección, y todo tiene una inclinación hacia ese punto. La inclinación aumentada se vuelve una necesidad. La necesidad aumentada se vuelve un deseo. El deseo aumentado se vuelve una atracción, y, la atracción, el deseo, la necesidad y la inclinación son cada una semillas y granos que juntos con las esencias de las cosas conforman las órdenes creativas de Allah Todopoderoso. La perfección absoluta de la verdadera naturaleza de los seres contingentes es la existencia absoluta. Sus perfecciones particulares son una existencia peculiar para cada una que hace que las habilidades de cada ser emerjan de lo potencial a lo real. Así, la obediencia de todo el universo con la orden Divina de “¡Se!” es la misma que la de una partícula, que es como un solo soldado. Contenidos todos juntos en la obediencia y la conformidad de los seres contingentes a la orden eterna de “¡Se!”que procede de la voluntad del Eterno están la inclinación, la necesidad, el deseo y la atracción, que también son manifestaciones de la voluntad Divina. El hecho de que cuando el agua sutil recibe la orden de congelarse con una inclinación refinada pueda dividir un pedazo de hierro demuestra la fuerza del misterio de la obediencia.
Si estas seis comparaciones se observan en las potencialidades y acciones de los seres contingentes, que son tan defectuosos como limitados y débiles, y no tienen un efecto real, sin duda se verá que todo es igual en relación al poder Eterno, que es eterno, y crea a todo el universo de la pura inexistencia, y al estar manifestado en las obras de su magnificencia deja a todas las mentes maravilladas. Nada puede ser difícil para él. Semejante poder no puede pesarse en la pequeña balanza de estos seis misterios, ni tampoco es proporcionada. Se han mencionado para acercar el tema al entendimiento y para disipar cualquier duda.
Resultado Y Resumen Del Tercer Punto Fundamental :
Ya que el poder eterno es infinito y es la cualidad inherente necesaria de la Más Pura y Sagrada Esencia; y ya que el aspecto interno de todo, intachable y sin velo, se vuelve a ella y la enfrenta, y, está en equilibrio con respecto a la contingencia, que consiste de la misma posibilidad de ser y no ser; y ya que esta cara interna es obediente a la regularidad de la creación y a las leyes Divinas del universo que forman la Gran Sharía, la Sharía de la Creación, y está desconectada y libre de obstáculos y diversas características; por cierto, como lo más pequeño, lo más grande no puede resistirse a ese poder, ni esperar más de él que lo más pequeño. En cuyo caso, el surgimiento a la vida de todos los seres con espíritus en la resurrección no es más difícil para el poder Divino que surgimiento a la vida de una mosca en la primavera. Así, el decreto de:
مَا خَلْقُكُــمْ وَلَا بَعْثُكُـﮥْ اِلَّا كَنَفْسٍ وَاحِدَةٍ [1]
No es una exageración; es verdadero y correcto. Y nuestra afirmación que “el Agente posee el poder” se ha demostrado como verdadero de una manera decisiva; no hay nada que obstaculice en este aspecto.
[1] Corán, 31:28
Es decir, absolutamente nada es difícil para Él. Sin importar cuántas cosas hay en la esfera de la contingencia, Él es capaz de vestirlas a todas con existencia muy fácilmente. Es tan simple y fácil para Él que, según el misterio de: اِنَّمَا اَمْرُهُ اِذَا اَرَادَ شَيْئًا اَنْ يَقُولَ لَهُ كُنْ فَيَكُونُ
es como si Él sólo tuviera que dar la orden y se lleva a cabo.
Un artista habilidoso pone sus manos en su obra, éste funciona como una máquina. Para expresar su velocidad y habilidad, se dice que la obra y el arte están bajo su control al punto tal que es como si con su orden, al tocarlo, las piezas aparecen, las obras de arte vienen a la existencia.
De la misma manera, esta aleya afirma:
اِنَّمَا اَمْرُهُ اِذَا اَرَادَ شَيْئًا اَنْ يَقُولَ لَهُ كُنْ فَيَكُونُ
aludiendo a la subyugación absoluta y la obediencia de todas las cosas al poder del Todopoderoso de Gloria y la absoluta facilidad y falta de problema con la que Su poder funciona. Aclararemos con Cinco Puntos cinco de los innumerables misterios contenidos en esa poderosa verdad.
En relación al poder Divino, lo más grande es tan fácil como lo más pequeño. La creación de una especie con todos sus individuos es tan fácil y libre de problemas como la creación de un individuo. Es tan fácil crear el Paraíso como la primavera y es tan fácil crear la primavera como una flor.
Este misterio se ha explicado y demostrado a través de las seis comparaciones – el Misterio de la Luminosidad, el Misterio de la Transparencia, el Misterio de la Reciprocidad, el Misterio del Equilibrio, el Misterio del Orden, el Misterio de la Obediencia y el Misterio de la Desconexión – al final de la Palabra Diez, que es sobre la resurrección de los muertos, y en la discusión también sobre la resurrección de los muertos en el Segundo Objetivo de la Palabra Veintinueve, que es sobre los ángeles, la inmortalidad del espíritu del ser humano y la resurrección. Se ha demostrado en estos tratados que, en relación al poder Divino, las estrellas son tan fáciles como los átomos y que los innumerables individuos son creados con tanta facilidad como un individuo. Ya que estos misterios se han demostrado en dos Palabras, los referimos a ellas y acortamos la discusión aquí.
Una prueba decisiva y evidente de que todo es igual en relación al poder Divino es esta: vemos con nuestros propios ojos en la creación de los animales y de las plantas el nivel más elevado de maestría y exquisitez de arte dentro de una infinita multiplicidad y generosidad; y la más grande distinción y diferenciación dentro de la absoluta confusión y mezcla; y la consideración más elevada con respecto al arte y la belleza más suprema en cuanto a la creación dentro de la más grande abundancia y profusión. Mientras que necesita mucho equipamiento y mucho tiempo, son creados con mucha facilidad y velocidad con el arte más grande. Sencillamente, aquellos milagros de arte vienen a la existencia de repente y de la nada.
Así, al observar esta actividad de poder cada estación sobre la faz de la tierra, vemos que establece irrefutablemente que lo más grande es tan fácil como lo más pequeño en relación al poder que es la fuente de aquellas acciones y que la creación y administración de innumerables individuos es tan fácil como la creación y administración de un solo individuo.
El universal más grande es tan fácil como el particular más pequeño en relación al poder del Creador Todopoderoso Que regula el universo con acciones y una disposición que se ven claramente.
La creación de un universal que consiste de una multiplicidad de individuos es tan fácil como la creación de un solo particular y en un particular e insignificante se muestra el más elevado valor de arte.
Este misterio y la sabiduría en él provienen de tres fuentes:
La Primera: de la asistencia de la Unidad.
La Segunda: de la facilidad de la Unidad.
La Tercera: de la manifestación de la Unicidad.
Es decir, si todas las cosas son propiedad de un solo ser, entonces como resultado de la unidad, puede concentrar el poder de todas las cosas detrás de cualquier cosa y todas las cosas pueden ser administradas con tanta facilidad como una sola cosa. Explicaremos este misterio con una comparación para hacerlo más fácil de entender:
Por ejemplo, si hay un solo monarca de un país, por la ley de unidad de su soberanía, podría ser capaz de movilizar la fuerza inmaterial de todo un ejército detrás de cada uno de los soldados. Y porque sería capaz de hacer eso, un solo soldado podría ser capaz de capturar a un rey y tenerlo bajo su comando en nombre del monarca. Además, tal como el monarca emplearía y dirigiría a un solo soldado y a un solo oficial, por el misterio de la unidad de soberanía, sería capaz de dirigir a todo un ejército y a todos sus oficiales. Es como si, por el misterio de la unidad de soberanía, fuera capaz de enviar a todos y a todo a ayudar a un individuo.
Cada individuo, en consecuencia, confiaría en una fuerza tan grande como la de todos los individuos; es decir, recibiría asistencia de ellos. Si la soga de la unidad de la soberanía se soltara y se convirtieran en soldados irregulares, entonces cada soldado, al perder de repente una fuerza ilimitada, caería de una posición elevada de influencia a la de una persona común. Y dirigirlos y emplearlos traería tantas dificultades como cantidad de individuos.
De exactamente la misma manera, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى ya que el Creador del universo es Uno, Él reúne Sus Nombres, que miran hacia todas las cosas, ante cada una de las cosas, y Él crea con un arte infinito de una forma valiosa. Si hay necesidad de ello, Él mira hacia una sola cosa por medio de todas las cosas, Él las hace mirar hacia ella; Él le da asistencia y la fortalece. También, por el misterio de la Unidad, Él crea, dispone y administra todas las cosas como si fueran una sola cosa.
Es debido al misterio de esta asistencia de Unidad que en el universo se evidencia una cualidad que es exaltada y sublime al grado extremo en cuanto a su arte y valor y esto dentro de una absoluta abundancia y profusión.
Es decir, los asuntos que ocurren según los principios de la Unidad, en un centro, de una mano, según una ley, ocurren con la mayor facilidad. Si se esparcieran entre numerosos centros, numerosas leyes y numerosas manos, engendraría dificultades.
Por ejemplo, si el equipamiento de todos los soldados de un ejército se fabrica en un centro, según una ley y bajo la orden de un comandante en jefe, es tan fácil como equipar a un solo soldado. Si, por otra parte, todo su equipamiento se hiciera en distintas fábricas, en diferentes centros, entonces todas las fábricas militares necesarias para equipar un ejército serían necesarias para equipar a un soldado. Es decir, si se confía en la Unidad, un ejército es tan fácil como un soldado. Mientras que si no hay unidad, tantas dificultades surgirán al equipar a un soldado como al equipar a un ejército.
Además, si en relación a la Unidad, los elementos necesarios para la vida se dan de los frutos de un árbol, confiando en un centro, una ley y una raíz, miles de frutos son tan fáciles como un solo fruto. Si, por otra parte, cada fruto está ligado a un centro diferente y si todas sus necesidades vitales se envían por separado, cada fruto engendrará tantas dificultades como todo el árbol. Porque los elementos necesarios para la vida de todo el árbol también serán necesarios para cada fruto.
Así, como estas dos comparaciones, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى porque el Creador del universo es el Único de Unidad, Él actúa con Unidad, y porque Él actúa con Unidad, todas las cosas son tan fáciles como una sola. Además, Él es capaz de hacer una sola cosa tan valiosa como todas las cosas con respecto a su arte. Y al crear innumerables individuos de una forma muy valiosa, Él demuestra absoluta liberalidad a través de la lengua de la abundancia ilimitada y de la profusión interminable de los seres y Él manifiesta una generosidad ilimitada y una creatividad infinita.
Es decir, ya que el Creador Glorioso no es físico ni corpóreo, el tiempo y el espacio no pueden restringirlo, la creación y el lugar no pueden obstruir Su presencia y testimonio, los medios y la masa no pueden ocultar Sus acciones. No hay fragmentación ni división en Su consideración y actuación hacia la creación. Una cosa no puede ser un obstáculo para otra. Él realiza innumerables actos como si fueran un solo acto. Es por esta razón que de la misma manera que, Él encapsula un enorme árbol en una semilla inmaterialmente, Él también puede contener un mundo adentro de un solo individuo y todo el mundo está abarcado por la Mano de Poder.
Como Hemos explicado este misterio en otras partes de Risale-i Nur, decimos que: el sol es en cierta forma ilimitado con respecto a su luminosidad, entonces su imagen se refleja en cada objeto bruñido y brillante. Si miles y millones de espejos se exponen a su luz, entonces la manifestación de su semejanza se encontrará en cada uno de ellos sin dividirse, como si fueran un solo espejo. Si las capacidades de los espejos fueran así, el sol sería capaz de demostrar sus efectos en ellos en toda su magnitud. Una cosa no puede ser un obstáculo de otra. Miles de cosas entran en miles de lugares con la facilidad de una cosa que entra en un lugar. Cada lugar muestra la manifestación del sol tanto como miles de lugares.
Así, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى la manifestación del Creador Glorioso del universo es tal, con todos Sus atributos que son luz y con todos Sus Nombres que son luminosos, que a través del misterio de la consideración de la Unicidad, a pesar de que Él no está en ningún lugar, Él es Omnipresente y Omnividente en todos los lugares. No hay división en Su consideración. Él realiza todas las cosas al mismo tiempo, en todos los lugares, sin dificultad, sin estorbos.
Así, es a través de estos misterios de la asistencia de la Unidad, la facilidad de la Unidad y la manifestación de la Unicidad, que cuando todos los seres se le atribuyen a un solo Creador, la creación de todos se vuelve tan simple y fácil como la de un solo ser. Y cada ser puede ser tan valioso como todos los seres con respecto a la delicadeza de su arte. Esta verdad se demuestra por el hecho de que dentro de la ilimitada plenitud de seres, hay ilimitadas sutilezas de arte en cada individuo. Si los seres no se atribuyen directamente a un solo Creador, entonces cada uno se vuelve tan problemático como todos los seres y el valor de todos ellos disminuye, cae al de un solo ser. Si este fuera el caso, nada surgiría a la existencia, o si lo hiciera, sería sin valor.
Este misterio condujo a los sofistas, que eran los filósofos más avanzados, porque habían apartado sus rostros del camino de la Verdad y girado hacia el de la incredulidad y el extravío, a darse cuenta de que el camino de asociar copartícipes con Allah era cientos de miles de veces más difícil que el camino de la Verdad y el camino de afirmar la Unidad Divina; que era irracional al grado extremo. Entonces, estuvieron obligados a renunciar a sus razones negando la existencia de todo.
La creación del Paraíso es tan fácil como la de la primavera en relación al poder del Todopoderoso Que administra el universo con acciones que son claras de ver. La creación de la primavera es tan fácil como la de una flor. El encanto en el arte de una flor y la delicadeza de su creación pueden ser tan encantadores y valiosos como una primavera.
El misterio de esta verdad se multiplica por tres:
Primero: la necesaria existencia y la imparcialidad total del Creador.
Segundo: la absoluta otredad de Su esencia y Su ilimitación.
Tercero: que Él no está limitado por el espacio y Él es indivisible.
El hecho de que la necesaria existencia y la imparcialidad total provocan infinita facilidad es un misterio extremadamente profundo.
Facilitaremos su comprensión con la siguiente comparación:
Los niveles de existencia son diversos. Y los mundos de existencia son todos diferentes. Porque son todos diferentes, una partícula de un nivel de existencia que está profundamente enraizada en la existencia es tan grande como una montaña de un nivel de existencia que es menos sustancial que su nivel; contiene la montaña.
Por ejemplo, la facultad de la memoria, que es del tamaño de una semilla de mostaza en la cabeza del Mundo Manifiesto toma una existencia del tamaño de una biblioteca del Mundo del Significado. Y un espejo del tamaño de una uña del mundo externo abarca una poderosa ciudad del nivel del Mundo de las Similitudes. Si la memoria y el espejo del mundo externo hubieran tenido conciencia y poder creativo, hubieran sido capaces de hacer surgir ilimitadas transformaciones y disposiciones en los Mundos del Significado y de las Similitudes a través del poder de sus existencias diminutas en el mundo externo. Es decir, cuando la existencia se establece con firmeza, el poder aumenta; lo que es sólo un poco se vuelve mucho. Especialmente después de que la existencia ha alcanzado una estabilidad absoluta, si está desligada y distante de la materialidad y no se restringe, entonces sólo una manifestación parcial de ella será capaz de transformar muchos mundos de otros niveles menos sustanciales de existencia.
Así,وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى el Creador Glorioso del universo es Necesariamente Existente. Es decir, Su existencia es esencial, es eterno, su inexistencia es imposible, su cese es imposible; es el nivel de existencia más firmemente arraigado, el más básico, el más fuerte y el más perfecto. En relación a Su existencia, los otros niveles de existencia son como sombras extremadamente pálidas.
El nivel de Necesaria Existencia es tan estable y real y la existencia contingente es tan insustancial y pálida que muchos de quienes han investigado la creación, como han reducido los otros niveles de existencia al nivel de delirio e imaginación; dijeron: لاَ مَوْجُودَ اِلاَّ هُوَ O sea, no se debe decir de las otras cosas que tienen existencia en relación a la Necesaria Existencia. Afirmaron que no valían el título de existencia.
Y entonces, por el poder del Necesariamente Existente, que es necesario y esencial, los seres contingentes, tanto las existencias creadas como las temporarias y tanto las realidades inestables como las impotentes, son infinitamente fáciles y simples. Darles vida a todos los seres humanos y luego juzgarlos en la Gran Reunión es tan fácil como las hojas, las flores y los frutos que Él resucita en la primavera, por cierto, en un jardín o en un árbol.
La razón de la facilidad con respecto a la absoluta otredad de Su Esencia y Su ilimitación es esta:
Por cierto, el Creador del universo no es del mismo tipo que el universo. Su Esencia no se parece a ninguna otra esencia. Ya que esto es así, los obstáculos y las restricciones dentro de la esfera del universo no Lo pueden dificultar, no pueden restringir Sus acciones. Él tiene absoluta disposición sobre todo el universo y es capaz de transformarlo todo al mismo tiempo. Si la disposición y las acciones que son evidentes en el universo se le atribuyeran al universo, causaría tantas dificultades y tanta confusión que no quedaría ningún orden ni nada continuaría existiendo; por cierto, nada sería capaz de surgir a la existencia.
Por ejemplo, si el arte maestro de los domos abovedados se le atribuyera a las piedras de los domos y si la orden de una batalla, que le corresponde a su oficial, se le dejara a los soldados, ninguno de ellos existiría alguna vez o bien con gran dificultad y confusión alcanzarían un estado completamente carente de orden. Mientras que, si para que la situación de las piedras del domo se alcance, se acuerda a un maestro que no es del tipo de la piedra y, si la orden de los soldados del regimiento se delega, le confiere a un oficial que tiene la cualidad esencial de mando, el arte es fácil así como lo es la orden y la organización. Esto es porque, mientras que las piedras y los soldados son obstáculos entre sí, el maestro y el oficial pueden ver cada aspecto y ordenan sin obstáculos.
Así, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى la sagrada Esencia del Necesariamente Existente no es del mismo tipo de las esencias de los seres contingentes. Más bien, todas las verdades del universo son rayos del Nombre de Verdad, que es uno de los Bellos Nombres de Su Esencia. Ya que Su Esencia sagrada es Necesariamente Existente y está completamente aislada de la materialidad y es diferente a todas las otras esencias, no tiene igual, ni equivalente, ni similar. Entonces, por cierto, la administración y el sustento de todo el universo en relación al poder eterno de ese Glorioso es tan fácil como el de la primavera, por cierto, de un árbol. Y la creación de la resurrección de los muertos, el reino del Más Allá, del Paraíso y del Infierno, es tan fácil como la resurrección durante la primavera que había muerto el otoño anterior.
Tercer Misterio: El hecho de que esa indivisibilidad y no estar limitado por el espacio que resulta en la absoluta facilidad tiene este significado: ya que el Creador Todopoderoso está libre de las restricciones del espacio, Él está presente en todo lugar a través de Su poder. Y ya que no hay división ni fragmentación con respecto a Su Esencia, Él puede considerar y actuar sobre todas las cosas con todos Sus Nombres. Y ya que Él está presente en todas partes y actúa sobre todo, los seres y los intermediarios y la masa no pueden perjudicar ni evitar Sus acciones, por cierto, no hay necesidad de que lo hagan.
Supongamos que hubiera alguna necesidad, entonces cosas como los cables eléctricos, las ramas de los árboles y las venas de los seres humanos, sería como los medios para la facilitación, para la llegada de la vida y la causa de la rapidez de las acciones. Entonces, ignoremos la idea de dificultar, restringir e intervenir y digamos que son el medio para facilitar, expedir y unir. Es decir, desde el punto de vista de la obediencia y la sumisión de todas las cosas al dominio del poder del Todopoderoso y Glorioso, no hay necesidad de ellas. Si hubiera alguna necesidad de ellas, sería como un medio para la facilidad.
En Breve: El Creador Todopoderoso crea todo de una forma apropiada sin problema, sin pasar por ningún proceso, rápida y fácilmente. Él crea los universales tan fácilmente como los particulares. Él crea los particulares tan llenos de arte como Él hace los universales. Por cierto, quien crea los universales y los cielos y la tierra debe necesariamente ser quien crea los particulares y los seres vivos individuales contenidos en los cielos y en la tierra; no podría ser otro más que Él. Porque aquellos diminutos particulares son los frutos, las semillas y los especimenes en miniatura de los universales.
Además, quien crea los particulares debe también ser quien crea los elementos y los cielos y la tierra, que abarca los particulares. Porque vemos que los particulares son cada uno como una semilla y una copia diminuta en relación a los universales. Ya que esto es así, los elementos universales y los cielos y la tierra deben estar en las manos del Ser Que crea esos particulares para que, según los principios de Su sabiduría y el equilibrio de Su conocimiento, Él pueda insertar la esencia, los significados, las muestras de esos seres universales y abarcativos en aquellos particulares, que son como sus especimenes en miniatura.
Por cierto, desde el punto de vista de las maravillas las obras de arte y de la creatividad, los particulares no están detrás de los universales; ni las flores están debajo de las estrellas, ni las semillas son inferiores a los árboles. Por cierto, el árbol inmaterial, que es el bordado del Decreto Divino y está en la semilla, es más maravilloso que el árbol físico, que es el tejido del poder Divino y está en el jardín. Y la creación del ser humano es más maravillosa que la creación del universo. Si un Corán de Sabiduría se escribiera en partículas de éter sobre un átomo, sobrepasaría por mucho el valor de un Corán de Grandeza escrito en las estrellas sobre la faz de los cielos. Similarmente, hay muchas partículas que son superiores a los universales con respecto al milagro de su arte.
Hemos demostrado en cierta forma en nuestras explicaciones anteriores, la infinita facilidad, la absoluta velocidad, la extrema rapidez de acciones y la ilimitada facilidad evidentes en la creación de los seres, junto con los misterios y las instancias de sabiduría en su creación. La existencia de las cosas con su ilimitada rapidez e infinita facilidad, en consecuencia, ha engendrado en los bien guiados la siguiente firme convicción, que en relación al poder de Quien crea a los seres, los Paraísos son tan fáciles como las primaveras, las primaveras son tan fáciles como los jardines y los jardines son tan fáciles como las flores.
Según el misterio de: مَا خَلْقُكُمْ وَلاَ بَعْثُكُمْ اِلاَّ كَنَفْسٍ وَاحِدَةٍ la resurrección de toda la humanidad es tan fácil como hacer que una persona muera y vuelva a la vida nuevamente. Y según la afirmación explícita de:
اِنْ كَانَتْ اِلاَّ صَيْحَةً وَاحِدَةً فَاِذَاهُمْ جَمِيعٌ لَدَيْنَا مُحْضَرُونَ resucitar a todos los seres humanos es tan fácil como reunirlos con el sonido de un clarín, un ejército que se ha dispersado a descansar.
Así, a pesar de que esta velocidad infinita y facilidad ilimitada son pruebas decisivas y estos argumentos convincentes de la perfección evidente del poder del Creador y de que todo es fácil en relación a Él, en vista de los extraviados, la formación y la creación de cosas por el poder del Creador, que es fácil al nivel de necesidad, hizo surgir la noción de que las cosas se forman a sí mismas, que es absolutamente imposible y así se volvieron la causa de confusión. Es decir, porque ven que algunas cosas comunes vinieron a la existencia muy fácilmente, imaginan que la formación de ellas es autoformación. Es decir, no son creadas sino que surgen a la existencia por sus propios medios.
¡Allí, observa los niveles infinitos de estupidez! Convirtieron a lo que es la prueba de un poder ilimitado, en la prueba de su inexistencia; abren la puerta a innumerables imposibilidades. Porque si ese fuera el caso, sería necesario que los atributos de perfección, como el poder infinito y el conocimiento abarcativo, que son necesarios del Creador del universo, se atribuyeran a cada partícula de cada ser para que fuera capaz de formarse a sí mismo.
بِاسْمِهِ سُبْحَانَهُ وَاِنْ مِنْ شَيْءٍ اِلاَّ يُسَبِّحُ بِحَمْدِهِ
بِسْمِ اللّٰهِ الرَّحْمٰنِ الرَّحِيمِ ٭ اَلاَ بِذِكْرِ اللّٰهِ تَطْمَئِنُّ الْقُلُوبُ ٭ ضَرَبَ اللّٰهُ مَثَلاً رَجُلاً فِيهِ شُرَكَاءُ مُتَشَاكِسُونَ
Pregunta: Has dicho en muchas partes que existe una infinita facilidad en la Unidad Divina y dificultades ilimitadas en la multiplicidad y en asociar copartícipes con Allah; que hay tanta facilidad en la Unidad Divina que se vuelve necesario y tanta dificultad al asociar copartícipes con Allah que se vuelve imposible. Mientras que las dificultades e imposibilidades que demuestras también están presentes con la Unidad.
Por ejemplo, dices que si las partículas no fueran oficiales, sería necesario que un conocimiento abarcativo o un poder absoluto o innumerables máquinas inmateriales o imprentas estén presentes en cada partícula. Esto, por supuesto, es absolutamente imposible.
Incluso si esas partículas fueran oficiales Divinos, aún así sería necesario que las partículas carguen las mismas cualidades para que fueran capaces de cumplir con sus interminables tareas ordenadamente. ¿Podría desentrañar este problema para mí?
La Respuesta: Hemos explicado y demostrado en muchas Palabras que si todos los seres se le atribuyen a un solo Creador, se vuelven tan fáciles y sin esfuerzo como un solo ser. Si se le atribuyen a numerosas causas y a la Naturaleza, una sola mosca se vuelve tan difícil y ardua como los cielos, una flor, como la primavera, una fruta, como un jardín. Ya que este asunto se ha explicado y demostrado en otras Palabras, te refiero a ellas y aquí sólo explico tres comparaciones, por medio de tres indicaciones, que hace creer en la seguridad del alma frente a esa verdad.
Por ejemplo, una partícula transparente y brillante no puede por sus propios medios situarse dentro de una luz ni siquiera del tamaño de la cabeza de un fósforo ni puede ser la fuente de ella. Es capaz de tener una luz, por su propio derecho, sólo como la de una partícula insignificante, según la capacidad y el tamaño de su propia masa. Pero si la partícula está conectada al sol, si abre sus ojos y lo observa, será capaz de comprender al sol inmenso junto con su luz, sus siete colores, su calor e incluso su distancia; mostrará un tipo de manifestación mayor. Es decir, si la partícula permanece por sí misma, sólo será capaz de realizar una función en la medida de una partícula, mientras que si se considera como un oficial del sol y está conectado a él y es un espejo de él, será capaz de demostrar algunos ejemplos parciales del funcionamiento del sol, como el sol.
Así, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى si cada ser, cada partícula, se le atribuye a la multiplicidad, a las causas, a la Naturaleza, a sí mismos o a cualquier otra cosa excepto Allah, entonces cada partícula, cada ser, debe tener un conocimiento abarcativo y un poder absoluto, o bien innumerables máquinas inmateriales y las imprentas deben formarse dentro de él para que pueda llevar a cabo con sus tareas maravillosas. Sin embargo, si las partículas se atribuyen al Único de Unidad, entonces cada uno de ellas, cada obra de arte, se conecta a Él; es como si cada una se volviera Su oficial. Su conexión hace mostrar Su manifestación. Y a través de su conexión y estado de ser una manifestación, depende de un conocimiento y un poder infinitos. Y así, por el misterio de la conexión y de la dependencia, realiza funciones y deberes millones veces más allá de su propio poder, a través del poder de su Creador.
Por ejemplo, había dos hermanos: uno valiente e independiente y el otro, patriota y devoto de su país. Cuando estalló una guerra, el que era independiente no formó ninguna conexión con el estado; quiso realizar su servicio por sí mismo. Fue obligado, en consecuencia, a cargar las fuentes de su poder sobre su espalda y a transportar, tanto como su fuerza le permitía, su equipamiento y sus municiones. Según su fuerza individual e insignificante, sólo pudo pelear con un cabo del ejército enemigo; hacer más estaba más allá de él.
El otro hermano no dependía de sí mismo, sabía que era impotente y que no tenía fuerza, entonces formó una conexión con el rey y se enroló en el ejército. A través de esta conexión, un ejército enorme se volvió su punto de apoyo. Y por este apoyo, se sumergió en la guerra con la fuerza inmaterial de un ejército detrás de él bajo el auspicio del rey. Entonces, cuando se encontró con un eminente mariscal de campo del rey del ejército del enemigo derrotado, declaró en nombre de su propio rey: “¡Te tomo prisionero! ¡Rápido, marcha!”, y lo capturó y lo entregó. El misterio y la sabiduría de la situación es esta:
Ya que el primer hombre, que era independiente, fue obligado a cargar su equipamiento y la fuente de su fuerza por sí mismo, sólo fue capaz de realizar un servicio extremadamente insignificante. Mientras que quien era un oficial, no tuvo que cargar su fuente de fuerza; por cierto, el ejército y el rey lo llevaron. Tal como conectaba su receptor al telégrafo que ya existía y las líneas del teléfono con un cable diminuto, el hombre, a través de la conexión que formó, se conectó con un poder infinito.
Así, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى si todos los seres, todas las partículas, se atribuyen directamente al Único de Unidad y si están conectados a Él, a través del poder de la conexión y a través de su Señor, bajo Su orden, una hormiga puede demoler el palacio del Faraón; una mosca puede matar a Nimrod y encomendarlo al Infierno; un germen puede despachar al tirano más injusto a la tumba; una semilla del tamaño de un grano de trigo se vuelve como el taller y la maquinaria para la producción de un pino del tamaño de una montaña; y una partícula de aire es capaz de operar con eficacia y de manera ordenada en todas las distintas funciones y estructuras de todas las flores y frutas. Toda esta facilidad evidentemente surge de la conexión y del estado de ser un oficial. Si el ser en cuestión se vuelve independiente, si se deja a las causas, a la multiplicidad y a sí mismo, si viaja por el camino de asociar copartícipes con Allah, entonces sólo será capaz de realizar un servicio en la medida de su propia entidad física a en la medida de su conciencia.
Por ejemplo, había dos amigos que querían escribir una obra geográfica y estadística sobre un país que nunca habían visto. Uno de ellos formó una conexión con el rey y entró a la oficina de telégrafos y teléfonos. Con un pedazo de cable que no valía nada, conectó su propio receptor de teléfono a las líneas del estado y fue capaz de conversar y comunicarse a todas partes y recibir información. Escribió una obra de geografía y estadísticas muy bien compuesta, bien arreglada y perfecta. En cuanto al otro hombre, tendría que haber viajado constantemente por cincuenta años y ver todos los lugares y aprender de cada evento con gran dificultad o bien, gastando millones de pesos, tendría que haberse convertido en el dueño, como el rey, del telégrafo y del sistema de teléfono tan extenso como el del estado para poder escribir una obra perfecta como su amigo.
Similarmente, وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ اْلاَعْلَى si innumerables cosas y seres se le atribuyen al Único de Unidad, entonces, a través de la conexión, cada cosa se vuelve un lugar de manifestación. Al mostrar la manifestación del Sol Eterno, adquiere una conexión con las leyes de Su sabiduría, los principios de su conocimiento y las leyes de Su poder. Entonces, a través de la fuerza y el poder Divino, muestra una manifestación de su Sustentador por la cual tiene un ojo que ve todas las cosas, un rostro que mira hacia todos los lugares y palabras que tienen peso en todos los asuntos. Si la conexión se corta, la cosa también se corta de todas las otras cosas, se meterá en la pequeñez de su propia parte. En cuyo caso, tendría que tener una Divinidad absoluta para que pueda realizar las funciones descriptas anteriormente.
En Breve: En el camino de la Unidad Divina y de la fe existe tanta facilidad que se vuelve necesaria, mientras que en el camino de las causas y de asignar copartícipes hay tantas dificultades que se vuelve imposible. Porque uno puede conferirle, sin problema, una situación a numerosos objetos y obtener un resultado. Si tomar la situación y obtener el resultado se refiriera a aquellos objetos numerosos, sólo sería con gran dificultad y mucha actividad que la situación surgiría y el resultado se obtendría.
Por ejemplo, como se afirma en la Carta Tres, cada noche, cada año, una expedición brillante y el paso glorificando a Allah se alcanza al poner en movimiento al ejército de las estrellas en el campo de los cielos bajo la orden del sol y de la luna. Esta es la situación atrayente y cautivante de los cielos. Y surgen el cambio y la alternancia de las estaciones y de otros asuntos importantes; y este es el resultado exaltado y significativo del movimiento de la Tierra. Si la situación de los cielos y el resultado de la tierra que gira se adjudican a la Unidad Divina, entonces el Monarca Eterno puede fácilmente asignar a un soldado como el globo terráqueo como comandante de los cuerpos celestes para que la situación y el resultado se logren. Después de que ha recibido su orden, la Tierra se elevará con felicidad en su cita para girar y mencionar los Nombres de Allah como un derviche mevleví. Con poco gasto, esa situación llena de gracia se obtendrá y los resultados significativos surgirán.
Sin embargo, si se le dice a la Tierra: “¡Detente donde estás, no interfieras!”; y si para obtener el resultado y la situación, se refiere a los cielos; y si se toma el camino de la multiplicidad y de asociar copartícipes con Allah en lugar de la Unidad Divina, entonces sería necesario, cada día y cada año, poner en movimiento a millones de estrellas que son miles de veces más grandes que el globo terráqueo y cortar la distancia de millones de años en veinticuatro horas y un año.
El Corán y los creyentes le atribuyen seres ilimitados a Un Creador. Le atribuyen todos los asuntos directamente a Él. Viajan por un camino tan fácil que es necesario y alienta a todos hacia él. Mientras que los rebeldes, que asocian copartícipes con Allah, al atribuirle un solo ser a innumerables causas, viajan por un camino con tantas dificultades por delante que es imposible. En cuyo caso, quienes están en el camino del Corán están junto a todos los seres y quienes están en el camino del extravío están con un solo ser. O dicho de otro modo, expedir todas las cosas de una es infinitamente más fácil que expedir una cosa de muchas. De la misma manera que un oficial ordena a miles de soldados tan fácilmente como a uno solo, si la orden de un soldado fuera asignada a miles de oficiales, se volvería tan difícil como la de ordenar a miles de soldados, causaría un caos.
Así, esta aleya poderosa arroja esta verdad sobre la cabeza de quienes asocian copartícipes con Allah, haciéndola añicos:
ضَرَبَ اللّٰهُ مَثَلاً رَجُلاً فِيهِ شُرَكَاءُ مُتَشَاكِسُونَ وَرَجُلاً سَلَمًا لِرَجُلٍ هَلْ يَسْتَوِيَانِ مَثَلاً اَلْحَمْدُ لِلّٰهِ بَلْ اَكْثَرُهُمْ لاَ يَعْلَمُونَ
سُبْحَانَكَ لاَ عِلْمَ لَنَا اِلاَّ مَا عَلَّمْتَنَا اِنَّكَ اَنْتَ الْعَلِيمُ الْحَكِيمُ
اَللّٰهُمَّ صَلِّ وَ سَلِّمْ عَلَى سَيِّدِنَا مُحَمَّدٍ بِعَدَدِ ذَرَّاتِ الْكَائِنَاتِ وَ عَلَى آلِهِ وَ صَحْبِهِ اَجْمَعِينَ آمِينَ وَالْحَمْدُ لِلّٰهِ رَبِّ الْعَالَمِينَ
اَللّٰهُمَّ يَا اَحَدُ يَا وَاحِدُ يَا صَمَدُ يَا مَنْ لاَ اِلهَ اِلاَّ هُوَ وَحْدَهُ لاَ شَرِيكَ لَهُ يَا مَنْ لَهُ الْمُلْكُ وَ لَهُ الْحَمْدُ وَ يَا مَنْ يُحْيِى وَ يُمِيتُ يَا مَنْ بِيَدِهِ الْخَيْرُ يَا مَنْ هُوَ عَلَى كُلِّ شَيْئٍ قَدِيرٌ يَا مَنْ اِلَيْهِ الْمَصِيرُ بِحَقِّ اَسْرَارِ هذِهِ الْكَلِمَاتِ اِجْعَلْ نَاشِرَ هذِهِ الرِّسَالَةِ وَ رُفَقَائَهُ وَ صَاحِبَهَا سَعِيدًا مِنَ الْمُوَحِّدِينَ الْكَامِلِينَ وَ مِنَ الصِّدِّيقِينَ الْمُحَقِّقِينَ وَ مِنَ الْمُؤْمِنِينَ الْمُتَّقِينَ آمِينَ
اَللّٰهُمَّ بِحَقِّ سِرِّ اَحَدِيَّتِكَ اِجْعَلْ نَاشِرَ هذَا الْكِتَابِ نَاشِرًا ِلاَسْرَارِ التَّوْحِيدِ وَ قَلْبَهُ مَظْهَرًا ِلاَنْوَارِ اْلاِيمَانِ وَ لِسَانَهُ نَاطِقًا بِحَقَائِقِ الْقُرْآنِ
آمِينَِ آمِينَِ آمِينَ
قَالَ مَنْ يُحْيِى الْعِظَامَ وَهِىَ رَم۪يمٌ * قُلْ يُحْي۪يهَا الَّذ۪ٓى اَنْشَاَهَٓا اَوَّلَ مَرَّةٍ وَهُوَ بِكُلِّ خَلْقٍ عَل۪يمٌ
El ser humano dice: “¿Quién dará vida a los huesos cuando ya estén carcomidos?” tú, di; “Les dará vida Quien los originó por primera vez“
Como ilustramos en la tercera comparación de la Novena Verdad de la Palabra Diez, un personaje puede en un día reunir ante tus ojos un gran ejército. Si alguien dijera: “Ese personaje, con un toque de trompeta puede reunir las tropas de su ejército, que fueron enviadas a descansar, y los congrega nuevamente en batallones”, y si dijeras: “Yo no lo creo”, sabes bien qué lunática sería tu negación.
Entonces también, un Ser Todopoderoso y Omnisapiente Que de la nada grabara y pusiera en su lugar, bajo la orden de:
كُنْفَيَكُونُ “¡Se!”, y es, todas las partículas y los aspectos sutiles de los cuerpos de todos los animales y otros seres vivos, como si fueran un ejército con el más absoluto orden y sabio equilibrio, y Quien crea cada siglo, o más bien cada primavera, los cientos de miles de diferentes especies y grupos de seres vivos que pueblan la faz de la tierra, cada uno como un ejército; semejante Ser puede reunir, con un soplo en la trompeta de Israfil, todas las partículas fundamentales y componentes originales que disfrutan de una relación mutua a través de la sumisión unida al orden del cuerpo que corresponde a un batallón. Si dijeras: “¿Cómo puede ser esto?”, o lo consideraras alejado de la razón, sería una locura idiota.
A veces sucede en el Corán que, para recalcar en el corazón las maravillosas obras que Él realizará en el Más Allá y para preparar la mente para que las acepte, Allah Todopoderoso menciona las maravillosas obras que Él realiza en este mundo como una especie de preparación. Si no, Él puede mencionar a veces las obras maravillosas que Él realizará en el futuro y en el Más Allá de tal manera que nos convenzamos de ellas por la analogía con las obras similares que observamos en este mundo. Un ejemplo está proporcionado por la aleya, y las aleyas que quedan hasta el final de la misma sura. El Sabio Corán así demuestra la pregunta de la resurrección de siete u ocho formas diferentes.
أَوَلَمْ يَرَ الْإِنسَانُ أَنَّا خَلَقْنَاهُ مِن نُّطْفَةٍ فَإِذَا هُوَ خَصِيمٌ مُّبِينٌ
Corán, 36:78-79]
Primero dirige la atención del ser humano a su propio origen. Dice “ves cómo has avanzado de una gota de esperma a una gota de sangre, de una gota de sangre a un trozo de carne sin forma, y del trozo de carne sin forma a la forma humana. ¿Cómo entonces puedes negar tu segunda creación? La segunda creación es similar a la primera o más fácil”. Allah Todopoderoso también se refiere a las grandes bendiciones que Él le ha otorgado al ser humano con frases como:
ٱلَّذِي جَعَلَ لَكُم مِّنَ ٱلشَّجَرِ ٱلْأَخْضَرِ نَارًا[1]
Y le dice al ser humano: “¿Así que el Ser Que te otorgó una generosidad te abandonará a tus propios medios, de tal modo que entres a la tumba para dormir sin levantarte otra vez?”
Él también da a entender lo siguiente: “Vean que los árboles muertos vienen a la vida y crecen verdes otra vez. No podéis compararlos con la reanimación de los huesos como leños, ni verlos alejados de la razón. Ahora, ¿es acaso posible que Quien crea los cielos y la tierra no tenga el poder sobre la vida y la muerte del ser humano, el fruto del cielo y de la tierra? ¿Creéis que Él haría el árbol de la creación sin frutos y en vano que Él ha moldeado con sabiduría en todas sus partes, al abandonar el resultado supremo de ese árbol?”
El Corán además dice: “El Ser Que te regresará a la vida en la resurrección es tal que todo el cosmos es como un soldado obediente Suyo. Inclina su cabeza sumisamente cada vez que escucha la orden:
كُــنْ فَيَكُونُ “¡Se! Y es”. Crear la primavera es tan fácil para Él como la creación de una flor. Crear todo el reino animal es tan fácil para Su poder como crear una mosca. Nada puede de modo denigrante desafiar Su poder al decirle: [2] مَنْ يُحْيِى الْعِظَامَ Luego, de la aleya:
[3]فَسُبْحَانَ الَّذ۪ى بِيَدِه۪ مَلَكُوتُ كُلِّ شَىْءٍ vemos que el índice de todas las cosas está en Su mano, la llave de todas las cosas está en Su posesión; Él rota la noche y el día, el invierno y el verano, con tanta facilidad como si estuviera pasando las páginas de un libro. Él es un Ser Todopoderoso y Glorioso Que cierra la puerta en este mundo y la abre en el Más Allá como si fueran dos estaciones. Al ser este el caso, como resultado de las evidencias mencionadas:
وَاِلَيْهِ تُرْجَعُونَ [4] Es decir, Él nos regresará a la vida desde nuestras tumbas, nos llevará a la llanura de la resurrección, y nos juzgará en Su presencia majestuosa.
Ahora estas aleyas preparan la mente y preparan el corazón para aceptar la realidad de la resurrección, porque han demostrado paralelismos para la resurrección en los procesos mundanales.
A veces también pasa que Él menciona las obras que Él realizará en el Más Allá de tal modo que llama la atención hacia sus paralelismos mundanales, para que no quede ningún lugar para la duda y la negación. Los ejemplos son las suras que comienzan con estas aleyas: اِذَا الشَّمْسُ كُوِّرَتْ * اِذَا السَّمَٓاءُ انْفَطَرَتْ * اِذَا السَّمَٓاءُ انْشَقَّتْ[5] En estas suras, Allah Todopoderoso menciona la resurrección y las revoluciones vastas y las obras divinas que se llevarán a cabo en ese momento, de tal manera que el ser humano piense en sus paralelismos mundanales que ha visto en el otoño y en la primavera, y luego, con asombro en su corazón, acepte fácilmente lo que el intelecto de otro modo rechazaría. Incluso para indicar el significado general de las tres suras recién mencionadas tomaría mucho tiempo. Entonces, tomemos simplemente una palabra como muestra de todo. Con estas palabras:
اِذَا الصُّحُفُ نُشِرَتْ[6] Allah Todopoderoso expresa lo siguiente: “El día de la resurrección, las obras de todos serán reveladas en una página escrita.” Esto parece muy extraño, y completamente más allá de la razón. Pero como la sura lo indica, tal como la resurrección de la primavera es un paralelismo de otros asuntos, cada planta que florece tiene sus obras, acciones y funciones. Realiza un cierto tipo de adoración, dependiendo de la forma en que glorifica a Allah a través de las manifestaciones de Sus Nombres. Ahora todas sus obras y el registro de su vida están inscritos en todas las semillas que van a resurgir en la próxima primavera en otro terreno. Con la lengua del diseño y la forma, las semillas hacen una mención elocuente de los orígenes de aquellas obras, y despliegan la página de las obras junto con las ramas, ramitas, hojas, flores y frutos. Quien dice: اِذَا الصُّحُفُ نُشِرَتْ[6] es el mismo Ser Que realiza, ante nuestros ojos, estos actos sabios, que preservan, que cuidan y que son sutiles. Compara otros asuntos con ésta por analogía, y deduce la verdad si tienes la capacidad de hacerlo.
Permítenos ayudarte con lo siguiente. La aleya: اِذَا الشَّمْسُ كُــوِّرَتْ[7] se refiere a una similitud brillante y alude a su paralelismo:
Primero: Allah Todopoderoso ha corrido las cortinas de la inexistencia, del éter y de los cielos para traer desde Su tesoro de misericordia y muestra al mundo una lámpara parecida a una joya que ilumina al mundo: el sol. Después de cerrar el mundo, Él envolverá esa joya nuevamente en Sus velos y lo quitará.
Segundo: El sol puede ser retratado como un oficial de confianza con la tarea de distribuir la mercancía de luz sobre el planeta, de hacer que suceda, y, la oscuridad, para hacer que se sucedan una a la otra. En cada atardecer, el oficial recibe la orden de juntar la luz. A veces sucede también que su intercambio puede reducirse cuando está oculto por el velo de una nube. Otras veces puede ser que la luna también forme un velo y dificultar su tarea. Ahora, tal como ese oficial ha reunido sus mercaderías y su libro de contabilidad para la inspección, así también un día será despedido de sus tareas.
Incluso si no hay un motivo para su despido, hay dos lugares oscuros en el sol – ahora pequeños, pero propensos a crecer – que un día crecerán hasta el punto que el sol volverá a tomar, bajo la orden divina, la luz que ahora envuelve alrededor de la cabeza de la tierra, y la envolverá
alrededor de su propia cabeza. Entonces le dirán: “Ven, tu tarea sobre la tierra está completa. Ve al Infierno, y quema allí a aquellos que te han adorado y así se han burlado con incredulidad de un siervo obediente como tú”. Con su propio rostro oscuro y marcado, leerá el decreto: اِذَا الشَّمْسُ كُــوِّرَتْ[7] “Cuando el sol, como un rollo, se pliegue”.
* * *
[1] Corán, 36:80
[2] Corán, 36:78
[3] Corán, 36:83
[4] Corán, 10:56
[5] Corán, 81:1, 82:1, 84:1
[6] Corán, 81:10
[7] Corán, 81:1